El A/B testing es una herramienta que funciona como comparador de dos versiones de una misma página web o aplicación con el objetivo de garantizar si la opción A es más eficiente que la B, o viceversa (en ocasiones también puede haber más versiones). Estas distintas versiones se ofrecen a los consumidores o usuarios de forma completamente aleatoria con la finalidad de ver cuál de sendas opciones obtiene mayor rendimiento.
Por norma general, los sitios que realizan esta acción son los Lead generation, medios y los E-Commerce. Por un lado, las páginas de generación de leads, se dedican a la venta de servicios y/o a la búsqueda de consumidores potenciales. Por otro lado, los medios podrían utilizar esta herramienta para ver qué tipo de contenido interesa más entre sus audiencias y poder así enfocar mejor los clientes y ventas potenciales. Finalmente, los E-Commerce también recurren a la prueba de A/B Testing con frecuencia para asegurar el rendimiento de sus sitios webs y la manera de vender el producto en cuestión.
A/B testing ¿Para qué sirve?
En definitiva, sirve para ver cuál de las versiones tanteadas genera más clics, suscripciones, visualizaciones, ventas, etc. El resultado final de la estadística determinará qué versión es más imponente a la hora de trazar la estrategia de marketing adecuada.
Asimismo, se usa para validar una hipótesis de optimización, lo cual no refleja ni identifica el comportamiento de los usuarios web. Es por ello que la mejor forma de usar el A/B testing sea combinándolo junto a otras herramientas de testeo como podrían ser las analíticas web, las auditorías de usabilidad, el test a usuarios, los mapas de calor y grabación de sesiones y las opiniones de clientes.
Asimismo, es importante documentar los resultados atendiendo a los siguientes conceptos:
- El nombre del test.
- El periodo del test.
- La hipótesis testeada.
- Una descripción de las variaciones que se llevaron a cabo.
- Los resultados y lecciones del test.
- El beneficio potencial a lo largo de un año.
A/B testing: Ejemplo
Si bien, para poder entender mejor cómo funciona el A/B Testing es relevante saber qué hay que testear. Entre las múltiples opciones, encontraríamos:
- Planteamiento de nuestro modelo de negocio.
- Llamada a la acción (color, mensaje, forma, localización…).
- Botones (tamaños, fuentes, formas…).
- Imágenes (tamaño, tipo…)
- Estructura de la página (por ejemplo a la hora de desplegar las categorías)
- Algoritmos.
- Modelo de negocio (¿podría ser el momento de cambiarlo y generar más beneficio?)
- Formularios (que sean claros y concisos)
- Precios (no vender el mismo producto a diferente precio sino probar con varias ofertas o artículos asociados)
- Navegación en cuestión (probar diferentes embudos de conversión).
Si nos vamos a un ejemplo práctico. Podemos hablar de la línea de sujeto escogida en un envío masivo de una empresa de joyas para dar a conocer su nueva temporada de invierno. Concretamente, se escogió como versión A “Feliz Navidad”; mientras que la opción B fue “Felices Fiestas”. Como resultado, “Feliz Navidad” obtuvo un 2,57% más de clics que la opción segunda. Con dicha prueba se dio por sentada la validez del primer sujeto frente al segundo a la hora de generar más engagement entre los clientes potenciales y, por lo tanto, una mayor posibilidad de compra entre el nicho.