La palabra app es la abreviatura del término inglés application. Se trata de una aplicación de software que, normalmente, se diseña para ejecutarse en los smartphones, tabletas y otros dispositivos móviles y que realizan funciones concretas de ámbito personal o profesional. Las apps suelen considerarse como útiles, dinámicas, fáciles de instalar y sencillos de manejar. No todas, pero muchas de ellas necesitarán de una conexión a internet para funcionar (por ejemplo las asociadas a las redes sociales, noticias, información meteorológica…).
Podemos comenzar a hablar de app desde 2008. No obstante, será en 2010 cuando la Sociedad Americana de Dialecto la implante como forma oficial. Desde entonces, los principales sistemas operativos móviles (Android, iOS, Windows Phone, etc.) basan gran parte de su productividad en desarrollar nuevas que atiendan a las nuevas necesidades del consumidor.
¿Para qué sirven las apps?
La finalidad de una app es atender las necesidades del ser humano de forma rápida, sencilla, accesible y, en grandes ocasiones, de forma completamente gratuita. Es decir, facilitarnos en cualquier momento una función determinada o ayudarnos en operaciones y gestiones del día a día. Dichas necesidades tienen muchas vertientes y es que la temática de éstas es infinita. Incluyendo noticias, juegos, comunicación, redes sociales, mensajería instantánea, deportes, entretenimiento, idiomas, fotografías y cualquier ámbito que se le pueda ocurrir a la mente humana. Las más descargadas suelen ser las de comunicación, correo y redes sociales.
También podemos hablar de apps como una extensión del negocio de los dispositivos móviles y/o de una empresa en cuestión. De tal modo, también cumplen una finalidad empresarial, monetaria o de fidelización de la red clientelar, ya que mejora el contacto con el usuario. Es por ello que las empresas de software, desarrolladores y fabricantes se esfuerzan porque su producto posea estas cualidades.
Ejemplo de app
Más que nombrar varios ejemplos, es más útil hablar de tipos de Apps existentes.
Si atendemos a la arquitectura con la que fueron desarrolladas, podemos clasificarlas como nativas, web o híbridas. Básicamente las nativas funcionan con las características físicas del móvil y no dependen de una conexión a internet por lo que son, de forma general, mucho más simples. Por el contrario, las web sí necesitan de conexión a Internet, son más complejas y se desarrollan con lenguaje HTML, CSS y Javascript. Finalmente, las híbridas son una mezcla de las dos anteriores que fusiona la fortaleza y mejora en el almacenamiento. Normalmente, la distribución de las mismas se hace por medio de tiendas.
Por otro lado, las apps también se pueden clasificar basándose en su funcionalidad. Así pueden ser de accesibilidad, destinadas a usuarios con algún tipo de discapacidad; como por ejemplo reconocimiento de voz o lectura de texto. De sistema, desarrolladas para que el móvil trabaje de manera normal: contactos, llamadas…. Ofimáticas para interactuar con diferentes archivos como PDF u hojas Excel, de organización, para organizar los contactos, calendarios y cualquier otro dato privado.
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