Cuando hablamos de Arquitectura web, nos referimos a la jerarquización de la información dentro de una página web. Es decir, como la arquitectura en su definición más tradicional organiza la disposición de un hogar, la arquitectura web estructura un website de cara a un mejor posicionamiento en los buscadores tradicionales.
Una de las funciones principales de la arquitectura web es atender las necesidades de una empresa online. De entre estas, podríamos hablar de venta de artículos o servicios y la satisfacción que se obtiene entre el cliente y el negocio online una vez ha habido una compra o intención de ella. De ese modo, el estudio de los keywords tendrá un papel fundamental en su trabajo, así como la forma de navegación por los distintos contenidos que ofrece un portal online.
Cuando hablamos de arquitectura web es necesario conocer los conceptos taxonomía web (diferentes términos que dividen a una página web) y ontología web (relaciones que se entrevean entre las diferentes taxonomías web, las cuales se forman con enlaces internos y/o hipervínculos a otros contenidos del mismo portal). Asimismo, la arquitectura web también tendrá en cuenta dentro de sus funciones el diseño de la interfaz del usuario, el diseño de la aplicación y la arquitectura de la información.
¿Para qué sirve tener una buena arquitectura web?
La arquitectura web facilita la agrupación visual de los contenidos de una página web, tanto para el propio negocio como para el individuo que navega en ella. De esa manera, se facilitan acciones como la promoción de ventas, beneficios publicitarios y una mejoría en la navegación del usuario que se traduce en una satisfacción a la hora de realizar diferentes acciones como compras, cuestionarios, etc. Así, la arquitectura web constituye un pilar fundamental a la hora de configurar un negocio online y que requiere de gran trabajo y experiencia por parte de los creados de la misma.
Ejemplo de arquitectura web
Podríamos hablar de dos ejemplos claros: la arquitectura horizontal y la vertical.
La primera se conforma de pocos niveles (no más de tres de forma generalizada), generando menos clics a las diferentes páginas del portal. Esta habla de muchos temas, sin centrarse en un solo producto o tema. La competencia es muchísima mayor. De esta manera, mejoramos el crawl budget (tiempo que asigna Google a una web determinada para rastrearla), haciendo que el robot del buscador gaste menos presupuesto de rastreo para acceder a todas las páginas.
Por el contrario, la vertical cuenta con muchos niveles y genera muchos más clics que la horizontal. La arquitectura web vertical no se recomienda para un ecommerce porque hace el proceso de compra más largo y dificultoso. Normalmente, la vertical se suele especializar en un tema o producto y por norma general, existe menos competencia. Se entiende como vertical, ya que se entraría en una categoría, luego en la subcategoría, luego en otra y así sucesivamente debido al nivel de especialización.