El terreno del marketing es uno de los campos de estudio y trabajo que avanza a una mayor velocidad. Lo cierto es que, al complementarse tan bien con la tecnología, no pasan muchos meses sin que haya otra posibilidad u opción de publicitar productos o enviar mensajes. Precisamente, en esta línea de renovación se encontraría una de las últimas tendencias: el drip marketing.
Qué es el drip marketing
Se conoce a esta técnica como marketing de goteo. Básicamente, consiste en realizar una segmentación muy precisa del público, pero no solo con base en sus rasgos sociodemográficos o de gustos, sino también basándonos en la manera en la que reacciona a los mensajes. Estos elementos son fundamentales definirlos, en su momento, en el plan estratégico de marketing de la empresa.
No es más que un apartado del inbound marketing y consiste en crear una hipotética hoja de ruta a las diferentes acciones que realizarán los usuarios, una vez se contacte con ellos. Por ejemplo, en el caso de que se les envíe un mail, habrá varias posibilidades: que lo abran o no lo abran. Ese ya es un punto a segmentar. Y, en función de lo lejos que lleguen con ese mail, se les puede ofrecer un tipo de repuesta u otra. Es, nuevamente, una personalización del contenido, pero no basándose en sus gustos o características, sino en relación con su actuación respecto a las campañas que se hayan lanzado.
Lo que consigue este tipo de campañas es lograr una estupenda relación de fidelidad con los clientes, ya que estos se sienten halagados o recompensados, en muchos casos, puesto que los mensajes que les llegan logran apuntar a lo que ellos, realmente, quieren y la manera de articularlos ha pasado por automatizar sus respuestas y crear una contraoferta a cada una de ellas.
Cabe recordar que el objetivo final de este tipo de campañas es la conversión. Sin embargo, su segmentación interna permite que dicha clase de conversión pueda darse en diferentes ámbitos a la vez. Un grupo de usuarios puede clicar, otros tantos pueden comprar y otros, sencillamente, pueden suscribirse, ya que estas campañas cubren varias opciones.
Cómo utilizarlo para alcanzar un objetivo
Ahora bien, para diseñar este tipo de estrategias, hay que trabajar de una manera determinada. Lo primero de todo será plantearse unos objetivos determinados. De fondo, debe estar siempre la idea de mejorar las relaciones con los usuarios afines, ya que es lo que se consigue con este tipo de campañas.
El siguiente paso es la segmentación. Cabe señalar que estas campañas funcionan como un proceso todavía más intenso de personalización, por lo que hay que segmentar la audiencia de la manera más exacta y precisa posible, así como el tipo de respuestas que pueden ofrecer y las salidas o vías con las que se va a responder a sus acciones.
Posteriormente, se piensa en las acciones que se van a realizar, el tiempo en el que se estará trabajando en ellas y la frecuencia de envíos de mensajes a los usuarios de la lista. Por consiguiente, se hace un calendario con lo que vendría siendo la campaña pura.
El contenido, también en este tipo de proyectos, sigue siendo el rey. Es necesario meditar acerca del mejor tipo de contenido que se puede crear y no hay que olvidar que tiene que poseer algún tipo de valor para el usuario.
En conclusión, el drip marketing es una subcategoría, dentro de las estrategias más profundas y amplias de marketing, que ahonda todavía más en las medidas de personalización y segmentación. Pese a que puede perseguir otros objetivos, cabe remarcar que, ante todo, lo que se busca es mejorar la relación con los usuarios.
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